sábado, 29 de diciembre de 2007

LENGUAS DE FUEGO Libro de poesia

Nunca fue catarata, pero en ella

sacié mi pasión de libertad

restañé las heridas en su espuma

y me hundí hasta olvidar la realidad

y de pronto se fue, se quedo muda

como un pozo infinito, sin final

donde solo los ecos de la nada

contestaban la voz de mi ansiedad

Cuantas noches grité hasta la locura

cuantas veces la uñas me arranqué

levantando las piedras de su cauce

arañando la arena de su piel

Hoy apenas me acerco a beber agua

aunque a veces la sed me haga soñar

que rebrota la vida en sus entrañas

para ahogar en su amor mi soledad.


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