viernes, 30 de mayo de 2008

LA NIÑA DE LA PUEBLA Los Campanilleros



La Niña de la Puebla es una de las grandes figuras del cante del siglo XX, con una sólida formación en música y guitarra que continuó después de su fulgurante éxito. De manera que pasó de la interpretación de estilos más ligeros, como las colombianas o los fandangos, a otros solemnes, como la seguiriya o la soleá. Según sus propias declaraciones decidió dedicarse al cante profesional cuando oyó cantar al Niño de Marchena.

Su gran triunfo llegó antes de la Guerra Civil española (1936-1939), pero fue después cuando La Niña de la Puebla llevó a cabo una actividad artística casi frenética, en gira continua por toda España hasta los años setenta, representando cada año un espectáculo distinto: Ópera flamenca (1947), Pasan las coplas (1947), El sentir de la copla (1950), Toros y cante (1951), Noche de coplas (1953), Así canta Andalucía (1954), Herencia de arte (1955), Noche Flamenca (1963), Fantasía Flamenca (1970)... A lo largo de toda su carrera profesional trabajó con figuras legendarias del arte flamenco: El Cojo de Huelva, Pepe Marchena, Manuel Vallejo, José Cepero, Juanito Valderrama, La Niña de Antequera, Pepe Pinto, El Sevillano, Rafael Farina, El Carbonerillo, El Corruco de Algeciras, José Menese o Camarón. En 1987, se retiró de las tablas tras actuar en la Cumbre Flamenca que se celebró en Madrid. Pero reapareció en los escenarios en 1995 y ya no los dejó hasta que la muerte le sorprendió cuatro años después. Su último espectáculo tuvo que terminarlo antes de tiempo por encontrarse mal.


Una semana después de su fallecimiento iba a recibir la medalla de oro al Mérito de las Bellas Artes. Uno de sus hijos manifestó cuál era el mayor deseo de su madre: ser recordada por la colombiana Serranía del Brasil, que cantaba junto a su marido, el también cantaor Luquitas de Marchena. Siempre será recordada por el sabor popular que supo imprimir a todas sus interpretaciones, en especial en su versión de Los Campanilleros, más ligera y popular que la de Manuel Torre.


boomp3.com

1 comentario:

Marinel dijo...

Y sigue recordándome a mi madre.Este tipo de canciones le encantaban y las cantaba de maravilla.
Mira si cantaba bien, que cuando mi hijo nació y salí del hospital con él, esa primer noche no paraba de llorar ( me salió muy llorón)y sólo mi madre con su voz y sus canciones lo hicieron callar y dormirse.
¡Hala!ya he dejado un trocito de mí, como siempre.
Besos.