martes, 12 de agosto de 2008

ESPEJISMO

Después de discutir con su marido, salió a la calle avanzada la noche. Dejó la puerta abierta con la intención de que él sintiera su ausencia y saliera a buscarla. Detuvo sus pasos en la plaza cercana, acomodando su pena bajo la luz de un farol. De improviso sintió pasos. Emocionada, pensó que era él, buscándola. Por el contrario, vio la mano de un desconocido salir de las sombras y arrebatarle la cartera. Sollozando regresó a su casa. La puerta aún estaba abierta y el marido continuaba inmóvil viendo la televisión. Al verla, él le preguntó: "¿Para dónde vas?".

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