lunes, 29 de diciembre de 2008

LINA, MI AMIGA, MI HERMANA...


Ayer conocí a una Diosa. Habíamos hablado, nos habíamos escrito, compartíamos fotos música y secretos, pero sus ojos seguían siendo una hermosa incógnita enmarcados tras la pantalla o un marco de papel couché.

Una poeta, como le gusta llamarse, que ha recibido de manos del Nobel de literatura el doctorado Honoris Causa, que ha sido traducida a veinte idiomas y que está considerada como una de las cimas de la literatura universal estaba a punto de recibirnos. Se abrió la puerta y un cálido efluvio nos inundó. Como si de una hermana se tratara, nos estrecho en sus brazos y sus dulce voz nos envolvió los sentidos.

Allí estaba ella, desbordando humanidad y fuerza. Charlamos como si nos conociéramos de siempre, nos habló de su obra, de su vida, de sus experiencias con otros grandes de la literatura, siempre mirándonos a los ojos, compartiendo esa complicidad que se siente cuando estás con alguien muy especial.

Gloria y Lina conectaron de inmediato, en realidad fue ella quien me la descubrió de una manera casi traumática cuando colgó en el foro “Recuperado recuerdo”. Por unas circunstancias muy especiales, ese poema me impresionó como nunca otro lo había hecho y a partir de ese momento, la obra de Lina Zerón se convirtió en un precedente en mi poesía y en mi vida.

Nos regaló unos libros firmados, unas fotografías compartidas, pero sobre todo, esa cálida humanidad, ese cariño que solo algunos privilegiados saben irradiar con su sola presencia.

Hoy quiero decirte desde esta ventana, que si ayer te admirábamos, hoy te queremos y que ya formas parte de nuestras vidas. Gracias por tu poesía, por tu cariño y por ese halo que te envuelve y que compartes con aquellos que tenemos la suerte de conocerte. Que la vida sea prodiga en belleza y bondad para contigo, porque tú eres la vida misma.


MORADAS MARIPOSAS

Fui semilla de sol plantada en la tierra,
parida por un tornado de agua,
entre polvo estelar y alarido de colores.

Yo quería nacer mariposa,
águila
y que me crecieran doradas plumas,
pero nací higuera de enormes raíces
y me salieron ramas
y de las ramas hojas
y me nacieron ojos en la corteza.

De las hojas brotaron palomas
y acunaron suspiros mis rojos dedos,
mis manos abanicaron tinieblas
y probé la manzana del edén.

Supe del sabor de la sangre
y me punzaron los huesos
y aprendí a llorar con mi sombra
y a cargar la cruz del fruto de María
pero también probé la miel sagrada de la rosa
y la carne del cordero
y tuve sangre virgen en las venas
y entre mis piernas el jugo de Adán corrió.

Mi vientre parió moradas mariposas
que alimenté con savia pura de abeja
y me transforme en Olmo
para defender los frutos
y ni sequías
ni tempestades
arrancaron mi tronco de la tierra.

Cantaron muchas primaveras con sus inviernos,
maduraron los higos y a la vida cayeron
y se olvidaron de este árbol
y desnudas quedaron mis ramas.

Dejé de ser higuera y olmo,
me crecieron alas
y en las plumas colores
y en los colores agua
y me convertí en pez-golondrina.

Mis lágrimas humedecen las escamas
y los suspiros hacen volar mis alas
cuando veo las semillas que mis frutos dieron.

Soy feliz de haber nacido higuera,
volverme Olmo
y ahora ser pez-golondrina
sin nido fijo y sin cadenas.

LINA ZERÓN


No hay comentarios: