sábado, 28 de noviembre de 2009

LA PIEL EN EL ARMARIO



Tengo el alma desnuda, en carne viva,
me he dejado la piel en el armario
y he salido a la calle de la vida
con los ojos llorosos e incendiados.
arrastrando mis miedos por la acera
ahuyentando la sombra de mis pasos.


He salido a la luz recién nacido
como un feto expulsado en duro parto
y me siento tan frágil y pequeño
que me escondo en el hueco de tus manos
que me duermo en la cuna de tu pecho
que respiro el aliento de tus labios.


Y no sé desprenderme de tu vientre
y no quiero arrancarme de tu abrazo,
y no sé caminar si no camino
arraigando tu talle con mis brazos.

No hay comentarios: