miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA ESCLAVITUD COMO FORMA DE VIDA

Desde que empezó esta pesadilla, las listas del paro no cesan de ampliarse. Cada día, decenas de pequeñas empresas ahogadas por la competencia salvaje y por el cierre del grifo crediticio, arrojan a miles de trabajadores al abismo del paro.
Por otra parte las grandes multinacionales aprovechan la extrema necesidad para rebajar derechos y salarios con la amenaza de deslocalizarse a países mas complacientes en derechos laborales y sociales, el plante de Nissan a sus trabajadores por no ceder ante el chantaje, es la última aviso de lo que se nos avecina.
Tal y como se está poniendo el mercado laboral, la esclavitud será un lujo. Techo, comida y trabajo asegurado aunque en condiciones infrahumanas siempre será mejor que recoger restos de comida por los contenedores y refugiarse del frío en la entrada de un parking, la dignidad es un lujo que cuando se tiene una familia que mantener, muchos no pueden permitirse. 
¿Cómo hemos llegado a esto?... La planificación meticulosa de una crisis forzada por el gran capital para borrar del mapa a los gobiernos socialdemócratas reacios a aceptar determinadas tropelías, la paulatina e inexorable liquidación de los derechos conseguidos por las clases trabajadoras en el último siglo, y la consagración del liberalismo a ultranza como único sistema económico, han conseguido romper las últimas líneas de resistencia.
Con los medios de comunicación en poder de la plutocracia, contemplamos atónitos como el votante sumiso acepta dirigentes mafiosos y chulescos que cambian las leyes a su antojo para evitar ser procesados, como partidos con la mayoría de sus dirigentes imputados o relacionados en procesos de corrupción se perfilan como ganadores en las próximas elecciones mientras las protestas sociales son abortadas a golpe de antidisturbios. La telebasura ha conseguido aborregar al ciudadano de tal manera que ya acepta el braguetazo, la prostitución de los valores y el nepotismo como algo inherente a nuestra sociedad y le ha llevado a aceptar la corrupción y la prevaricación como algo inherente a la política. Con el poder judicial convertido en un instrumento del capitalismo fascista, la plaza esta sitiada y a punto de caer.
Si no hacemos nada para evitarlo, de aquí a unos años, la humanidad se dividirá en castas, los servidores del gran hermano controlando el capital y el poder, las fuerzas del orden, convertidas en sicarios para contener las protestas, los esclavos trabajando a cambio de techo y comida, y los "intocables", apartados del sistema productivo y expulsados a guetos en espera de ser exterminados. La cuenta atrás ya ha comenzado, o nos tiramos a la calle todos los que aun somos ciudadanos del mundo, o las puertas de la factoría se cerrarán para siempre condenándonos a la esclavitud o a la miseria, la elección todavía es nuestra.

JUANMAROMO

P.d.  No os perdais este comentarios de Iñaki gabilondo
http://www.cuatro.com/noticias/videos/opinion-gabilondo-hoy-julio/20100716ctoultpro_2/

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