lunes, 3 de enero de 2011

REGARÉ CON MIS LÁGRIMAS TU LLANTO

Siempre ese miedo,
 esa culpa acechando entre la niebla,
esa carga que te aniquila el alma,
que te atenaza el cuerpo
que te roba el sosiego.

Siempre hay algo en que fallo
algo que no alcanzo,
un detalle que escapa
y se crece y se interpone
como un muro de nada.

Tengo el alma gastada
de acariciar tus miedos,
de escarbar en tu tierra
para hacer brotar las aguas de tu risa
para devolverte la paz y la alegría,
pero de nada sirve. 

A veces, hasta intuyo el estallido
de esas sordas tormentas,
corrientes de lava soterradas
que te abrasan el alma.

Y yo me desespero
y me abraso besándote los labios cual glaciares
intentando devolver la vida a tu mirada
con soplos de mi vida,
mientras el reloj retrocede a los abismos
de pasadas derrotas.

Pero no temas, porque yo estaré siempre
velando tu sueño, consolando tu duelo,
me acostaré a los pies de tu desmayo
y cubriré tu cuerpo con mi cuerpo
para que no tengas frio,
y regaré con mis lágrimas tu llanto
y te daré mi calor en un abrazo
eterno e infinito.

Juanmaromo

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