jueves, 3 de febrero de 2011

El verdugo en casa


 
Emma Riverola Escritora  

Te quiero. Te quiero tanto que no puedo vivir sin ti. No salgas. Hoy quédate conmigo. Aquí, los dos juntos. ¿Para qué necesitamos a nadie más? Te adoro. No soportaría perderte... ¿Cortarte el pelo? Ni se te ocurra. Así estás preciosa. Esa amiga tuya no tiene ni idea de lo que a ti te queda bien. De hecho, no la soporto. Siempre quiere sacarte de casa. No es culpa tuya que ella sea una desgraciada y no tenga a nadie que la quiera. Pero tú, sí. Tú me tienes a mí. Nadie te va a querer como yo... ¿Cansada? Porque tú quieres. En el trabajo te toman el pelo. ¿Que si deberías dejarlo? Por supuesto, por esa mierda de sueldo que cobras estás descuidando al niño...

¿Qué es esto? ¿Pero qué has comprado? Esta carne es un asco. Y estas manzanas están picadas. Pero ¿no te das cuenta? En el mercado, cuando te ven entrar, deben pensar que ha llegado la tonta que se queda con el género que nadie quiere... Pero ¿es que no puedes hacer nada bien? Mira estas cortinas, están sucias. Y hay juguetes del niño por todas partes. Esta casa parece una pocilga. Da asco. Y el crío no para de berrear. ¡Hazle callar! No sirves para nada. Ya no puedo estar tranquilo ni en mi propia casa... ¿Salir? ¿Que quieres ir al cine con la zorra de tu amiga? ¿Pero tú te piensas que yo me chupo el dedo? Todas sois iguales. Unas guarras. Has arruinado mi vida... ¿Qué haces? ¿Por qué te cubres la cara? Tienes miedo, ¿eh?

No hay comentarios: