viernes, 4 de febrero de 2011

LA LOCURA DEL CRECIMIENTO A ULTRANZA



Menuda patata caliente le ha tocado lidiar al recién llegado Stephen Elop en su cargo de CEO de Nokia, y es que la empresa finlandesa ha presentado los datos del cierre del último trimestre de 2010 y no son precisamente halagüeños: aunque la empresa siga creciendo, parece que sus competidores lo hacen a mayor ritmo, lo que disminuye su porción de la tarta.

Así, Nokia ha vendido en el último trimestre del año 28,3 millones de smartphones, frente a los 20,8 millones vendidos en el mismo período del año anterior. Esta cifra supone también un incremento con respecto a los datos del trimestre anterior de 2010, en el que se vendieron 26,5 millones de terminales. Decíamos, sin embargo, que el resto del mercado se mueve a mayor velocidad que Nokia, y así, el gigante de Espoo ha visto reducida su cuota de mercado smartphone hasta el 31%, una cifra que lleva en caída constante desde al menos los dos ejercicios anteriores.

No se puede decir que Elop haya admitido tácitamente el mal resultado, pero puede leerse entre líneas un claro mensaje de que toca ponerse las pilas: "Nokia se enfrenta a importantes desafíos y la industria ha cambiado, con lo que nos toca cambiar más rápido".

Hoy leía esta nota de prensa y no he podido por menos que preguntarme hacia adónde vamos con estos planteamientos. Una empresa que en plena crisis incrementa contantemente sus ventas y sus beneficios está proponiendo un expediente de crisis porque pierde cuota de mercado y eso que en la actualidad es un 31% de todas las ventas del mundo. Entre las medidas consideradas está la reducción de personal a base de despidos y jubilaciones anticipadas que correrán a cargo del estado, y cuidado, no estamos hablando de una empresa instalada en un país tercermundista, estamos hablando de Finlandia, uno de las naciones más avanzadas social y políticamente en todo el mundo.
Y yo me pregunto, ¿a dónde nos conduce esta loca carrera hacia adelante, esta política de crecimiento continuo y acelerado?. La naturaleza nos demuestra que cualquier organismo, sea vivo o inerte tiene un ciclo de crecimiento a partir del cual se estabiliza, el crecimiento continuo es una enfermedad que conduce a la hipertrofia y a la muerte, pero nosotros nos creemos por encima del bien y del mal y seguimos aplicando teorías económicas suicidas, según las cuales todo lo que no crece indefinidamente acaba despareciendo.
Vivimos en un planeta con unos recursos limitados que ya hemos saqueado hasta límites intolerables, continuar con el expolio  de bosques, mares y materias primas es una huida hacia adelante que nos conduce hacia el abismo. Solo un reparto equitativo de las riquezas y  el trabajo, una racionalización del consumo limitándolo a lo necesario y un aprovechamiento de nuestro bien más preciado, el tiempo, puede librarnos de este cataclismo al que nos está conduciendo el capitalismo salvaje. Por nuestro bien y por el de nuestros hijos, espero que recapacitemos antes de que lleguemos a ese punto de "no return" que tenemos cada dia más cerca.

JUANMAROMO

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