miércoles, 19 de febrero de 2014

SOMOS CUERPO Y ALMA, UNA ENTIDAD INDIVISIBLE


Hay pacientes que se sublevan cuando les dicen que la fibromialgia es una enfermedad psicosomática, se creen que les están tratando de locos o hipocondriacos, pero nada más alejado de la realidad.
Desde la antigüedad, se sabe que el cerebro controla todos los procesos físico - químicos del organismo, organiza el sistema inmunitario y actúa como una central de alarmas contra las agresiones externas el agotamiento y los daños en órganos internos. En muchas ocasiones, el cerebro nos avisa de que nos estamos pasando, estamos agotando nuestras energías y estamos sometiendo nuestro sistema nervioso a una sobrecarga que puede llevarnos a un cortocircuito. Si hacemos caso omiso a estos aviso, el cerebro empieza a bloquear los músculos, se crean contracturas y nódulos altamente dolorosos, los dolores se extienden por todo el cuerpo y las energías acaban agotándose. Cada emoción, cada disgusto, cada miedo, repercute en el sistema muscular y endocrino, el estrés es uno de nuestros peores enemigos, si se alarga en el tiempo, puede ocasionarnos daños irreparables abriendo el camino a infecciones, bloqueos e incluso al cáncer.
La fibromialgia es una enfermedad típica de mujeres muy exigentes consigo mismas, que han tenido que compaginar su carrera profesional con sus obligaciones como madres y amas de casa, años de tensiones, estrés y agotamiento han acabado pasando factura.  En principio se cree que no es una enfermedad causada por un virus, por una bacteria o por un infección, es una enfermedad generada por el propio organismo como último recurso para evitar el bloqueo total, si a eso unimos la mala alimentación, las radiaciones, la contaminación y la incomprensión del entorno familiar y social tenemos un cóctel explosivo que puede acabar estallando.
La medicina moderna trata al cuerpo humano como si fuera una maquina, arreglando o cambiando componentes según se averían, pero el organismo es un todo y todos nuestros órganos están interrelacionados y a su vez controlados por el cerebro, mientras los médicos no sean conscientes de esa realidad y sigan tratándonos como automóviles, no solamente no sabrán curarnos si no que nos enfermarán cada vez más.
J

No hay comentarios: