lunes, 12 de marzo de 2018

LA LEY DEL TALIÓN


Tras el asesinato de Gabriel, vuelve la tempestad de odio y racismo, que espera cualquier oportunidad para estallar. La pena de muerte no es en absoluto justicia, es una venganza que siempre se ceba en los colectivos mas desfavorecidos, negros, latinos, emigrantes... La historia nos demuestra que la pena capital no es en absoluto disuasoria para el psicópata o para el que no tiene nada que perder, los estados en los que todavía se aplica, son los que tienen el indice de criminalidad mas alto y que es el castigo típico de los integristas tanto religiosos como políticos y un arma temible en mano de los gobiernos que no dudan en utilizarla en contra de sus rivales políticos.
Pedir la reinstauración de la pena capital, es regresar a las cavernas , es resucitar esa ley del talión que nos dejaría a todos ciegos y desdentados. Curiosamente, nadie la reclama en contra de los gobernantes que ejecutan genocidios, asesinatos masivos y bombardeos criminales sobre hogares y hospitales donde mueren miles de niños, como ahora mismo está sucediendo en Siria.
Si la asesina del Gabriel hubiese sido blanca, rica y española, no hubiese provocado oleada de odio, pero el dinosaurio que llevamos dentro, ruge cada vez que lo provocamos y un día puede acabar devorándonos a todos.