miércoles, 25 de junio de 2008

ANA BELEN Desde mi libertad.

¡Cuantas cadenas hay que serrar con los dientes, cuantas estacas derribar a golpes de uñas hasta conseguir sentirse libre!. La mujer, ha tenido que cruzar muchos desiertos para logra respirar un soplo de aire fresco, para poder disfrutar de su sexualidad, de su cuerpo de su libertad ... ¡Dichoso el hombre que ama a una mujer libre! porque suyos serán los frutos mas sabrosos, los besos mas maduros. los abrazos mas tiernos, porque no hallará en ella una muleta si no una compañera, porque no necesitará buscar amantes, ella será su amante, porque cada vez que le acoja entre sus brazos, conocerá el significado de la palabra amor....


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