La presidenta del Banco de Santander, ingresó en el 2016 un millón de euros brutos, es decir, sesenta veces más que el salario de un mileurista. En estos últimos años, con la ayuda del gobierno porcular y los sindicatos colaboracionistas, el abanico salarial se ha situado en una relación de 1/100, es decir, en la misma empresa, hay empleados (no estamos hablando de beneficios empresariales) que cobran cien veces mas que otros, este desfase está llevando al empobrecimiento paulatino de los jóvenes, que aun trabajando en pareja, no pueden costearse el alquiler de un piso y mucho menos tener hijos. Se habla mucho de la explotación del tercer mundo, pero los medios de incomunicación nos ocultan el cuarto mundo, esos millones de personas que en nuestra ciudades duermen en cajeros, se hacinan en pisos dormitorio o trabajan catorce horas diarias para sobrevivir. Estamos creando un inframundo que corroe nuestros cimientos económicos y culturales, un ejército de termitas que respeta la fachada pero que está devorando toda la estructura, el día menos pensado, el sistema se vendrá abajo, pero las ratas, ya habrán abandonado el barco.
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